Muchas veces me he topado con personas que se
molestan conmigo porque constantemente me estoy tirando carro por mi
físico. Entre mis auto-descripciones más famosas, muchos podrán
recordar: “jamón de navidad”, “tamal mal amarrado”, “hipopótamo en un
tutú”, “balón forrado con papel de china”, “Vivendum (muñeco de
michelín)”, “Paquita la del Barrio en tiempos de abundancia” y muchos
más.
No es mi intención hacerles
sentir incómodos ni invitarles al divertido juego de “adjetivos para
Nancy”, mucho menos el clásico “voy a decir que estoy fea para que todos
me digan que no es cierto”; es sólo una manera chusca de que me vean
como me veo yo y además no tomarme tan en serio.
Yo sé que no
soy agraciada físicamente (ni aun cuando fui delgada), pero entiendo el
por qué otras personas pudieran verme linda. Y les creo cuando me lo
dicen, se los agradezco porque sé que me tienen cariño… y los ojos del
cariño son unos borrachos que usan lentes embarrados de manteca.
Mi verdadero problema es éste:
Todos los días veo a viejas feas, gordas y/o gatas burlándose de otras
viejas por estar feas, gordas y/o ser gatas. Eso me hace pensar: ¿No se
darán cuenta? ¿Sus amigos son tan hipócritas que les hacen sentir
hermosas, cuando tienen cara de bagre fuera del agua y visto con lupa?
¿Qué no ven que no son propiamente un maniquí parisién vestido de
Christian Dior? ¿O de plano se auto engañan?
Y es verdad… TODOS LOS
DÍAS veo a esas “chicas con carácter” destrozando a otras llamando a sus
rostros “productos de un accidente” o cosas parecidas, cuando ellas
mismas requieren una bolsa de papel con agujeros en la cabeza.
Eso me molesta. MUCHO.
No se dejen engañar por esas fotos dramáticas que ven con mi carota
perfectamente enmarcada… no es que sienta que tengo un rostro bello, es
que del cuello para abajo no tengo mucho que presumir. Y además, yo me
pregunto: Si monas más gachas que yo se la viven poniendo sus 300 fotos
de la última vez que fueron al baño (haciendo exactamente el mismo
gesto en el mismo ángulo, pero con efecto instagram diferente) … ¿Por
qué yo no? Carajos, si tengo que aguantar su contaminación visual, pues
yo también me meto. Y vamos a ver quién puede más.
13 de marzo de 2013
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